Ley 35/2011, sobre Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias
En el marco de las actuaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación quiero hablaros, como ejemplo de buena práctica desarrollada desde las Administraciones Públicas, de la Ley 35/2011, una iniciativa que permite a las mujeres situarse en igualdad y ver reconocidos todos los derechos derivados de su trabajo.
Por ello, para paliar la situación de desigualdad y de invisibilidad del trabajo
de las mujeres rurales en el sector agrario se promulgó la Ley
de titularidad compartida.
Su ámbito de actuación recoge, entre otros aspectos:
-que el reparto de
rendimientos sea equitativo al 50%.
-que la administración, la representación y la responsabilidad de la explotación recaiga en los dos
miembros titulares.
-permite la cotización a la
Seguridad Social de ambos titulares.
-ventajas y trato
preferente en tema de ayudas, subvenciones o en el acceso a actividades de
formación y asesoramiento.
Por otro lado, si
hablamos del impacto y de los principales resultados podemos
decir que la Ley ha supuesto un importante avance hacia la igualdad de oportunidades,
ya que ha permitido crear conciencia, en las propias interesadas y en la
sociedad en general, sobre la importancia de su trabajo, hacerlo visible y profesionalizarlo.
En cuanto a sus debilidades
y fortalezas, como puntos fuertes destacar que mediante esta
iniciativa:
- Se permite a las mujeres, no sólo ejercer su trabajo con plenitud de derechos, sino también tener un mayor peso en la toma de decisiones y un mayor reconocimiento, aspectos aún más relevantes si cabe tratándose de mujeres que viven y trabajan en el medio rural.
- Mejora el horizonte laboral y supone un impulso para que las mujeres jóvenes vean en el sector agrario un marco de oportunidades y en igualdad de condiciones que el trabajo de los hombres.
- Contribuye a derribar estereotipos y a reforzar la independencia económica y la autoestima de las mujeres agricultoras, aspectos fundamentales para avanzar hacia la igualdad efectiva.
En el caso de las
debilidades, como ocurre con tantas otras leyes, es necesario continuar
trabajando en las actividades de difusión, la simplificación de los trámites y en ofrecer mayores
incentivos económicos que permitan compensar algunos de los costes asociados, de forma que
los agricultores y agricultoras apuesten claramente por una titularidad
compartida y en igualdad.
Para que conozcáis un poquito más sobre esta iniciativa, aquí os comparto el testimonio de algunos de sus protagonistas…
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